Dr. Victor Musso Acevedo
Ubiquemonos espacialmente en el hipocondrio derecho, palpemos, en la pieza anatomica, el reborde derecho del tórax. Es la ubicación topográfica de nuestro hígado. Al levantar la pared anterior del abdomen, podemos observar la ubicación de esta importante víscera que junto con el corazón y el cerebro es fundamental para la existencia. El hígado guarda relacion con el estómago, duodeno, vías biliares, bazo, riñón, y la glándula suprarrenal derecha, situados como órganos retroperitoneales.
Para hablar de la anatomía de esta importante víscera debemos decir que tiene aspecto de un casco de soldado, es convexo hacia arriba, plano hacia su cara inferior o visceral. Su cara posterior, contacta con la columna vertebral, especialmente con las últimas vértebras torácicas y primeras vértebras lumbares. El diafragma, un músculo que separa el tórax del abdomen cubre prácticamente el hígado en su superficie superior. La superficie del hígado brilla por la presencia del peritoneo, esta fascia visceral es llamado la cápsula de Glisson. Está ausente en la parte posterior, donde notarán ustedes un área llamada la zona desnuda del hígado.
¿Por qué el hígado siempre permanece en su lugar? Permanece en su lugar gracias a la presión intra-abdominal que es permanente, pero sobre todo gracia a sus medios de fijación y de suspensión que tiene. Un elemento importante en la fijación y suspensión del hígado lo constituye la gran vena cava inferior y las venas supra-hepáticas, que ingresan desde el hígado a esta gran vena. Otro elemento de suspensión es considerado el ligamento falciforme, el ligamento redondo, el ligamento coronario del hígado y los llamados ligamentos triangulares.
La cara visceral del
hígado, o la cara inferior, tiene surcos que han delimitado 4 lóbulos
anatómicos, dentro de estos surcos, en el lado derecho se encuentra una fosa,
la fosa cística, en la cual se apoya y descansa la vesícula biliar. En el lado
izquierdo, a la misma altura, se encuentra el ligamento redondo,
rezago la vena umbilical izquierda. Observamos un
surco horizontal, el surco transverso del hígado en el cual se encuentran los
componentes del pedículo, que están situados de la siguiente manera: la arteria
hepática común hacia adelante, la gran vena porta y el conducto colédoco en el
lado derecho. En la parte posterior observamos una
perforación realizada por la vena cava inferior al hígado, para ingresar hasta la
parte superior donde va a perforar el pericardio e ingresar a la aurícula
derecha.
Así tenemos entonces, para finalizar, el reconocimiento de las vías biliares. Deben reconocerse las vías biliares principales y auxiliares, observamos los dos conductos hepáticos. El conducto hepático derecho y el conducto hepático izquierdo se reúnen para formar el conducto hepático común, el cual recibe al conducto cístico proveniente de la vesícula biliar y da origen a un conducto muy importante llamado el conducto colédoco. Este último es el conducto que llega a atravesar en primer lugar el páncreas para luego ingresar a la segunda porción del duodeno.
Así tenemos entonces, para finalizar, el reconocimiento de las vías biliares. Deben reconocerse las vías biliares principales y auxiliares, observamos los dos conductos hepáticos. El conducto hepático derecho y el conducto hepático izquierdo se reúnen para formar el conducto hepático común, el cual recibe al conducto cístico proveniente de la vesícula biliar y da origen a un conducto muy importante llamado el conducto colédoco. Este último es el conducto que llega a atravesar en primer lugar el páncreas para luego ingresar a la segunda porción del duodeno.